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Capitolio Nacional de Cuba (La Habana)
El Capitolio, es sin lugar a dudas un símbolo de La Habana y una de las edificaciones emblemáticas de Cuba. Posee una riqueza arquitectónica única, ornamentación suntuosa y bellísimas proporciones. Inaugurado en 1929 para ser la sede del Congreso y el Senado de la República de Cuba.
Esta espectacular edificación; inspirada en el Panteón de Paris, la Basílica de San Pedro de Roma y el Capitolio de los Estados Unidos, fue construida usando los mejores materiales disponibles en su momento, bronces y cristalería de Inglaterra y Francia, mármoles italianos, así como cerrajería y herrajes norteamericanos. Recientemente fue objeto de una importante restauración a cargo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Una ancha escalinata de granito, con 55 escalones, 36 metros de ancho y 16 de alto, conducen al pórtico del edificio. A ambos lados del fin de la escalera aparecen dos impresionantes grupos escultóricos de bronce con pedestal de granito, del italiano Angelo Zanelli, una masculina y la otra femenina, con una altura de 6,70 metros y representan, la primera, el progreso de la actividad humana y la segunda, la virtud tutelar del pueblo.
La elegancia de su cúpula hace reconocer al edificio desde diversos puntos de La Habana, cuya altura alcanza los 91,73 metros. En su centro se halla el brillante de 25 kilates, directamente bajo la aguja central de la cúpula, fijando el punto de partida de todo el sistema de carreteras del país, y también como sitio divisorio entre la Cámara y el Senado”.
En su nicho se aprecia la Estatua de la República, con un peso de 30 toneladas y una altura total de 14,60 metros, descansa sobre un pedestal de mármol de 2,50 metros. Es la figura de una mujer joven de pie, vestida con una túnica, con casco, escudo y lanza. Es la tercera estatua bajo techo en el mundo en tamaño, superada solo por el Buda de Oro de Nava, Japón y la de Abraham Lincoln en el mausoleo erigido en su honor en Washington.
En esta instalación encontrará diversos salones, como: el Salón Baire, que fuera sala de conferencias y protocolo de la Cámara de Representantes; el Salón Bolívar, conservado con su mobiliario original y con sus espejos venecianos, que intenta reproducir el ambiente refinado de Francia en la época de Napoleón Bonaparte; el majestuoso Salón de los Pasos Perdidos, de estilo ecléctico y dispuesto para grandes recepciones; el Salón Baraguá, de estilo neoclásico, destinado originalmente como lugar de trabajo de las secretarías de la Cámara de Representantes y el Salón Martí, con un bello cromatismo y de estilo renacimiento italiano. Su decorado interior alude a las musas del saber y del pensar.
Esa biblioteca, antes reservada a los congresistas, conservó gran parte del mobiliario original. Fue una sala de consultas y referencias de la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología.
Parque Central (La Habana)
Sin temor a equivocación se puede afirmar que el Parque Central de la Habana, es uno de los sitios más vibrantes y de mayor vida social de La Habana. Por su ubicación, miles de habaneros lo atraviesan día a día en todas sus direcciones, además de que es común se utilice como punto de encuentro y referencia.
Esta obra fue concluida en 1877, luego de haber sido derribadas las Murallas de La Habana en el siglo XIX. Este fue uno de los parques menos arbolados y de mayor proporción de pavimento en la época, pero, después de 1959 se le incorporaron árboles, fuentes y esculturas.
Entre los árboles, muchos centenarios, hay senderos que conducen a pequeñas plazas interiores, adornadas por fuentes y pequeñas esculturas, bordeadas de bancos de piedra y canteros. Los jardines destacan por sus 28 palmas reales, en alusión al día del natalicio de Martí. Se distinguen además ocho tumbas simbólicas en forma de canteros o jardineras, con las cuales se rinde tributo a los estudiantes de Medicina injustamente fusilados por los colonialistas españoles el 27 de noviembre de 1871.
Justo en el centro, en medio de una explanada, se yergue la primera estatua de José Martí, héroe nacional de Cuba. Allí se celebran actos de recordación y veladas históricas.
Algunos de los más significativos edificios habaneros lo rodean, el más singular de todos por el lado de la calle Prado: el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, con su impresionante estilo neobarroco, y el Hotel Inglaterra, en cuyo café se han reunido, destacadas figuras de la intelectualidad cubana; justo entre los dos edificios nace el boulevard de San Rafael, importante vía comercial, siempre repleto de peatones. Un poco más a la derecha, buscando Neptuno, está el hotel Telégrafo, a las puertas del hotel, la famosa esquina de Prado y Neptuno.
Otras hermosas y lujosas edificaciones lo bordean como los hoteles: Plaza y la Manzana Kempinski, antes conocida como la Manzana de Gómez. Desde cualquier punto del parque puede admirarse otro de los símbolos de la ciudad, el Capitolio de La Habana, con su enorme cúpula y su escalinata.
El Parque Central tiene encanto propio, su verdadero espíritu proviene de la gente que lo puebla día y noche. El sonido del tráfico, el barullo de las peñas deportivas, la risa de los niños, el pregonar de los vendedores y el cantar de los pájaros.
Como dato curioso debe conocer que en este Parque se puede disfrutar de la famosa esquina caliente, donde un grupo de aficionados y amantes al beisbol, nuestro deporte nacional, ríen, gritan y discuten sobre las estadísticas, las posibilidades de sus equipos, las decisiones de árbitros y managers.
La Habana (La Habana)
La villa de San Cristóbal de La Habana se complace en recibirlos, pues a pesar de haber cumplido sus 500 años de fundada, conserva los encantos que la hicieron merecer el nombre de “ciudad maravilla”. Encantos a los que no pueden resistirse los visitantes de todo el mundo, que años tras año la recorren en busca de nuevas historias y aventuras.
Fue declarada como capital de la isla de Cuba en 1556, por el continuo intercambio comercial que ocurría en su concurrido puerto. La Habana es destino imprescindible para conocer la historia, cultura y tradiciones de Cuba. Lo vivirá en su recorrido por su Malecón lleno de poetas, amantes y pescadores; las calles de la Habana Vieja llenas de música, colores, contrastes y seducción; o la Rampa capitalina con el tránsito constante y la vida diaria de miles de cubanos. A todo ello hay que sumar una arquitectura que reta al tiempo y supera toda imaginación, entre las antiguas fachadas coloniales que rodean la Plaza Vieja, las numerosas fortificaciones militares, como el Morro, que nos habla de ataques de corsarios y piratas, los símbolos del poder en edificaciones republicanas, como el majestuoso Capitolio, los muros de un pueblo que hizo historia en el Museo de la Revolución o la moderna e impresionante estructura del Memorial José Martí, punto más alto de la ciudad. Sin embargo, la verdadera magia de La Habana es dejarse llevar por sus calles, conocer cada rincón y estar listo para descubrir lo verdaderamente real y maravilloso.
Universidad de La Habana (La Habana)
Al terminar la elevación de la céntrica calle de San Lázaro, después de pasar por la Habana Vieja, la del Centro y el Vedado una imponente escalinata anuncia la presencia majestuosa de la Alma Máter suprema de todos los cubanos: la Universidad de La Habana.
Fundada por monjes dominicos del convento de San Juan de Letrán en 1728, siendo esta la primera universidad de Cuba, llamada entonces Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana.
En la entrada principal de la universidad se alza con su arquitectura neoclásica el rectorado, inspirado en el Partenón griego, y justo entre el rectorado y la gran escalinata de 88 niveles se alza una estatua en bronce, la Alma Máter, símbolo de la universidad, que con los brazos abiertos da la bienvenida a los estudiantes. La escultura fue creada en 1919, la modelo para el rostro fue la joven cubana Feliciana Villalón y Wilson que entonces contaba con 16 años, hija de un profesor de matemática analítica, y para el cuerpo el artista tomo como modelo una mujer criolla mestiza de más edad.
La Universidad de la Habana ha sido cuna de conspiraciones a favor de la libertad de Cuba, contando entre sus figuras más sobresalientes las de Julio Antonio Mella, José Antonio Echeverría y al mismo Fidel Castro.
Además de su larga historia, es posible aún apreciar una arquitectura de increíble monumentalidad, con edificios eclécticos, de especial estilo neoclásico. En los alrededores de la plaza Ignacio Agramonte se concentran salones de clase, parques, un museo, la inmensa biblioteca y una Aula Magna decorada con el más fino arte de la época.
En Los interiores del Aula Magna de la Universidad de La Habana reposan los restos del pensador cubano Félix Varela, y fueron decorados por el artista cubano Armando Menocal, donde representa o hace alegoría a las principales facultades que existían en la época.
La Universidad, consta de 21 facultades y 18 centros de investigación en diferentes campos como economía, ciencias naturales, ciencias sociales y humanidades. Actualmente, la Universidad de La Habana posee una matrícula de 60 mil estudiantes distribuidos en 32 carreras. Cuenta con un importante estadio en donde se celebran los juegos deportivos universitarios con más tradición en el continente, los "Juegos Caribes".
Si desea conocer más sobre la maravillosa arquitectura y vida universitaria intramuros no dude en subir sus 88 escalones, donde la estatua que corona su cúspide siempre le abrirá sus brazos en señal de recibimiento, invitándolo a conocer la belleza única de esta casa de altos estudios.