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Destino: La Habana
Categoría: -
Zonificación: -
Valor Social: -
Estructura Arquitectónica: -

Malecón

Si hubiese que elegir un sitio único en toda la isla, el rey de las miradas al horizonte a lo largo del país, y el más representativo de los lugares en La Habana, muchos pensarían sin dudas en el Malecón habanero. Millones de cubanos de todas las generaciones, desde 1901 han conocido sus tramos lo han hecho cómplice de sus suspiros. Algunos podrían describirlo como simplemente un largo muro de concreto, que abarca ocho kilómetros desde la Habana Vieja hasta las fronteras de Miramar, pero los cubanos sabemos que el embrujo del Malecón va mucho más allá: tiene una atmósfera y vida propias que le hacen irresistible.
Una visita al Malecón es estar dispuesto a bañarse con la brisa salobre que ha castigado a muchos edificios vecinos, pero que ha aliviado el corazón de mucho de nosotros. Es la imagen más común el encontrarse a enamorados de todas las edades, a grupos de todos tipo como rastas o repas; y no faltan, por supuesto, aquellos que lanzan miradas sus melancólicas a un norte cerca y lejano. Es el espíritu de los cubanos el que transita por estos muros, no hay como conocer la verdadera Cuba sin dedicarle unos minutos a su paseo, con los ojos y el corazón listos para ver, como decimos los cubanos, de todo.