Hacia el siglo XVI La Habana se encontraba bajo el continuo asediado de corsarios y piratas, y por ello la construcción del castillo de los Tres Reyes del Morro se hizo imprescindible, como parte de un sistema de fortificaciones que protegieran la ciudad. El Morro fue diseñado por el ingeniero militar Battista Antonelli y erigido entre 1589 y 1630 en lo alto de un acantilado rocoso sobre el Atlántico, en la entrada de la Bahía de La Habana. Hoy constituye un ejemplo clásico de arquitectura militar renacentista, concebido con una ciudadela rodeada de un profundo foso de protección.
En la actualidad, El Morro puede ser visitado para conocer el impresionante Museo Marítimo, en el que se relata, a través de pinturas, objetos y documentos, las historias más increíbles sobre los ataques a la villa habanera, codiciada ayer por piratas y amada hoy por miles de visitantes.